"ORDEN MARTINISTA-REFORMAS REALIZADAS"
marzo de 1945


"El Gran Consejo de la Orden Martinista, deseando aclarar conceptos y definir situaciones, ha solicitado a "LA INICIACIÓN" aumentar excepcionalmente las páginas de este número de marzo de 1945 a 40 páginas, para poder transcribir, sin perjuicio para los Lectores no Martinistas, la "Introducción", el "Decreto del 15 de julio de 1944" y los "Estatutos Generales" que caracterizan la nueva modalidad de trabajo de la Orden Martinista (antiguamente denominada "Orden Martinista de la América del Sur").

"Como se indica en el propio texto de la "Introducción" (del Libro que contiene Reglamentos, Rituales y Programas de Estudio de la Orden), tal nueva modalidad es una adaptación a nuevos tiempos, nuevas necesidades y, como era de prever, la nueva orientación , más "amplia" en el sentido espiritual y más "exigente" en el sentido del trabajo y cumplimiento en el sentido administrativo, ha provocado -y aún provocará- el egreso (por pasaje a la inactividad, o por desistencia, o por eliminación) de los Miembros que no acepten dicha orientación.

"El Gran Consejo reitera que, cuando alguien es iniciado, aun si su tema natalicio (horóscopo) indica óptimas POSIBILIDADES (los astros inclinan pero no obligan) es siempre posible que el interesado no consiga aprovechar en un todo, o bastante, tales "posibilidades", siendo SIEMPRE POSIBLE un fracaso iniciático o por lo menos un deseo de trabajar (cuando exista) con otras modalidades. En uno u otro caso, la posición de la Orden es siempre una: no retener a nadie en su seno. el ingreso es hasta más difícil que el egreso. No buscamos ni la cantidad de miembros ni el crecimiento económico: ansiamos aunar HERMANOS EN LABOR ESPIRITUAL.

"Dicho esto, examinaremos lo que se ha creído conveniente citar:

INTRODUCCIÓN
"La Orden Martinista presenta ahora, en esta edición castellana, los nuevos Reglamentos Internos, Programas de Estudio de los Grados y Rituales que han de servir para regir la actividad individual y colectiva de sus Miembros.

"Si se comparan estas normas administrativas, culturales y litúrgicas con las que contenía la edición portuguesa editada por la Orden cuando fué reorganizada en el Brasil, el 23 de diciembre de 1939, con la primitiva denominación de "Orden Martinista de la América del Sur", se podrá verificar que han sido hechas muchas modificaciones, algunas de detalles sin fundamental importancia, otras de real y básica trascendencia. Vamos a enumerar los principales y dar las razones fundamentales de su adopción.

"Denominación de la Orden Martinista: el estudio minucioso que ha sido hecho, desde hace tres años, por el V.Hermano Pitágoras, para escribir su voluminosa y muy documentada obra sobre "Historia del Martinismo" ha permitido verificar y fundamentar en referencias irrefutables de documentación, que nuestra Orden sigue exactamente la orientación cultural, filosófica, litúrgica y mística que le había sido dada por Martinez de Pasqually, Louis Claude de Saint Martin y, más recientemente, por su reorganizador en 1887, el Maestro PAPUS.

"Múltiples hechos, unos de naturaleza concreta y visible, otros de trascendencia mística nos han demostrado que la corriente astral de la Orden Martinista, ligada a Fraternidades más elevadas de Oriente y Occidente, desde Martinez de Pasqually y desde Papus, respaldaba nuestra actividad, en el sentido de preparar un número limitado quizás, pero sin embargo muy apreciable de seres para la realización práctica de la Iniciación, dejando de lado toda actividad social, polemística, masónica o análoga.

"Tal influencia se ha hecho sentir en forma tan nítida y ha ligado nuestra actividad en forma tan íntima a la de Fraternidades tradicionales, algunas milenarias, de Oriente y Occidente, que la denominación restrictiva y provisoria de "Orden Martinista de la América del Sur" que habíamos adoptado en 1939, no tiene más razón de ser y por ello volvemos a usar la que, desde PAPUS sirvió para designar especialmente a la continuación de la Obra de Martines de Pasqually y, más especialmente aún a la de Saint Martin y al Martinismo moderno reorganizado por Papus mismo.

"Sabemos que después del fallecimiento de Papus, existió en Lyon una organización con una denominación semejante, disuelta no hace mucho tiempo en europa y que era representada en este Continente, desde aquellas mismas épocas. Sabemos también que dicha organización tiene con la nuestra algunas diferencias muy acentuadas, según nos ha sido manifestado por correspondencia de sus dirigentes europeos hace muchos años, y locales más recientemente:

1º) No acepta como miembros sino a personas que sean previamente Maestros Masones.
2º) No confiere la iniciación formal y regular a las mujeres.
3º) No acepta la parte ocultista del estudio, como la astrología,etc, considerando por eso mismo la organización dada antiguamente por Papus como amorfa.
4º) Manifiesta evidente apartamiento de todo lo que sea enseñanza de Oriente.

"Nuestra Orden, en cambio, declara que:
1º) No le interesa saber si sus miembros han sido o no masones, pues no tiene, ni quiere tener nada que ver con los varios ritos masónicos existentes.
2º) Confiere la iniciación igualmente a hombres y mujeres.
3º) Es fundamentalmente esoterista, admitiendo todos los medios de investigación, hasta los más "ocultistas" y místicos.
4º) Acepta como verdades equivalentes, todas las que puedan ser y SON enseñadas por las Fraternidades Iniciáticas, tanto de Oriente como de Occidente.
5º) Rehusa definitivamente aceptar para sí misma o imponer a sus Miembros la más mínima restricción o preferencia en materia doctrinal, cultural, litúrgica o mística. Enseña todo lo que pe parece interesante y bueno, dejando que cada Miembro lo aplique, como lo entiende y como lo siente.

"Modificaciones en el orden protocolar: han sido suprimidas todas las designaciones de orden protocolar tales como "Poderoso Hermano",etc. que tenían una sonoridad nítidamente masónica o podían parecerlo. Para evitar confusiones y también para traer nuestros Miembros a la realidad, hemos conservado exclusivamente el título de "Venerable" -vocable usado por todas las fraternidades del Mundo, inclusive los varios cleros- concebido como el símbolo de un "ideal a realizar" y no como la expresión de algo concedido mediante diploma o por el hecho de inscribirse en la Orden. Los que llegasen a ser "poderosos", que lo sean en el silencio activo de la práctica de sus virtudes y no, ostentando vanas denominaciones.

"Modificaciones en el orden jerárquico: tendiendo a una simplificación cada vez más grande, han sido suprimidos ciertos cargos, como los de los varios inspectores y simplificadas otras funciones como las del Delegado, que son ahora de una única especie. No hay más delegados "especiales" ni "soberanos" ni "generales" y tampoco hay más consejos regionales. Hay solamente el Gran Consejo de la Orden, las Corporaciones y los Miembros Libres: activos o inactivos y honorarios. No hay más Soberano Delegado General. Existe el Gran Consejo, con sus funciones colectivas y cargos individuales imprescindibles.

"Modificaciones sobre Corporaciones: no hay más "Logias", término que suena demasiado a asamblea masónica en las que se pierde el tiempo discutiendo sobre teorías que difícilmente llegan a conseguir lo que nos interesa: el esfuerzon individual de superación. Ahora los Centros Martinistas son verdaderos Templos en los cuales se estudia, se practica lo estudiado y a donde se va a meditar y a orar para el bien de nuestros semejantes.

"Se ha oficializado definitivamente la formación de Grupos de Estudio, por la sencilla razón de que un Centro exige condiciones especiales para funcionar, no siempre fáciles de reunir rápidamente y a veces imposible de conseguir durante mucho tiempo. Los Grupos de Estudio permiten que, aun en número reducido y condiciones sencillísimas, los Martinistas aprendan el servicio colectivo y tengan el placer de la vida espiritual en común.

"Modificaciones de orden cultural: los programas de los grados han sido alterados, conservando de los que existían en el tiempo de Papus, lo que era indispensable y necesario mantener. Ellos han sido ampliados en dos sentidos: primeramente, en el de añadir muchos puntos de realización práctica y reducir la teoría; en segundo lugar, en el sentido de dar a ciertas enseñanzas orientales el sitio que merecían.

"Modificaciones en la concesión de grados: exitía y existirá siempre en la Orden un cierto número de Miembros que, no teniendo especiales aptitudes para lc cultura intelectual, difícilmente podrían obtener los grados que, antiguamente, eran concedidos exclusivamente mediante detallado examen sobre el programa de los grados. sin embargo, muchos de esos mismos Miembros realizaban, prácticamente o conocían con terminologías distintas, la síntesis de dichos programas y daban evidente prueba de una dedicación y de un progreso que habría sido injusto no consagrar a su debido tiempo. De tal consideración ha nacido la doble modalidad, ahora adoptada, de concesión de grados: por examen o por merecimiento, hasta el tercer grado inclusive. Al llegar al cuarto, cuya función de Iniciador obliga a poseer todos los conocimientos tradicionales, teóricos y prácticos, el examen general de los grados anteriores asegura la selección de Fil...Desc...que posean la debida preparación y aptitudes para sus importantes funciones.

"Modificaciones en la identificación de los Martinistas:se ha restituído a los símbolos su finalidad verdadera: la de enseñanzas y de prácticas litúrgicas. Para el reconocimiento, como Miembro de la Orden, los Martinistas usarán ahora una Cédula de Identidad que justifique su cualidad de Miembros Activos, ya que una sociedad cultural y espiritual no secreta, como el Martinismo, no tiene para qué imitar a los que se identifican con palabras especiales, apretones de mano,etc. Que los Martinistas se hagan reconocer entre sí por su cédula de identidad, administrativamente hablando, y por sus actos constructivos, cordiales y altruistas en la sociedad, es lo que la Orden desea.

"Modificaciones en el orden tributario: ha sido enormemente simplificada la organización económica. Cada Miembro Activo paga directamente si es Miembro Libre, o por medio de la Corporación a que pertenezca, un tributo anual al Gran Consejo, para la renovación de su tarjeta de actividad. Las Corporaciones tienen así, el derecho de percibir o no, cuotas de ingreso y mensuales o de no percibir ninguna, si sus Miembros dirigentes desean y pueden cubrir los gastos necesarios. La autonomía económica es pues, muy ampliada habiendo sido suprimidas las formalidades de cálculos y envíos de dinero, trimestralmente, como existía antes.

"Además, la exigencia del pago anual de la Tarjeta de Actividad ha sido dispuesta en consideración a la experiencia adquirida en estos últimos años, que ha demostrado no haber miembros que no puedan adquirirla pues casi todos, con o sin ascrificios, pueden pagarla cuando tienen real interés por la realización y cariño por la Orden. Aquellos raros casos en que hermanos de valor, estuvieran materialmente imposibilitados de hacer ese pago, serán siempre resueltos con facilidad, por sus propios hermanos de Corporación o por decisiones oportunas del Gran Consejo. Pero el hecho fundamental es que el orden económico ganará mucho, en tal manera en la simplicidad de su organización. Los Martinistas que viajan tendrán también, mediante la Cédula de Identidad, la posibilidad de justificar fácilmente su cualidad de Miembro Activo de la Orden ante los otros Hermanos de otros lugares y en forma inequívoca, contrariamente a lo que podría pasar cuando el reconocimiento es puramente de orden simbólico o convencional.

"Conclusiones: en resumen, se llega fácilmente a la conclusión por la lectura y meditación de estos nuevos reglamentos, programas y rituales, que nuestra Orden, aun cuando facilite mucho el ingreso al primer grado, pone en vigencia una modalidad que, siendo la continuación de la anterior forma de trabajo y de estudio, deja percibir una tendencia cada vez más acentuada en un sentido que podría sintetizarse en esta frase:

"Hay que hacer algo; hablar menos y realizar más; los medios son estos"

"Efectivamente, no se podría esperar otra cosa de una Orden como la nuestra que, no teniendo ninguna pretensión de volverse numéricamente o económicamente "notable" como un club deportivo o social, tiende exclusivamente a la preparación real de Iniciados, los que si hacen verdaderamente todo cuanto la Orden les ayuda a realizar hallarán con absoluta seguridad y en la propia Orden, puertas nuevas que les darán acceso a más elevadas realizaciones.

"Si el amor físico ejercido en forma natural es fecundo y produce los hijos del cuerpo; si el amor sentimental, noblemente sentido, es fecundo y proporciona alegría y dedicación, que son hijos del alma; el amor impersonal, que es la síntesis de la vía iniciática, no puede ser estéril y manifestarse meramente por discursos, intercambio de opiniones y eternos comentarios literario-teóricos. Debe dar frutos. Y esa fructificación no puede provenir sino del propio árbol individual. Cultivémonos a nosotros mismos. Seamos el jardinero, el jardín y el árbol. Preparémonos para fructificar y tener realmente algo para dar.

"Es posible que la mayor nitidez de esta orientación aparte de nuestras hileras a algunos miembros que deseaban permanecer "sentados en la comodidad de la pasividad del que recibe informaciones y que, cuando no las olvida, las conserva apenas como un haber estático, como un mueble más en la ya sobrecargada memoria. Esperamos que sea posible estimular en la totalidad de los Martinistas el interés por la realización práctica y, si alguno no deseara hacerlo, prefiriendo instalarse en otros sectores de la divulgación teórica de las enseñanzas iniciáticas, la plena libertad que el Martinismo siempre ha dejado a sus Miembros, le permitirá hacerlo. Lo que es evidente es que, en un lugar de trabajo en el que cada uno ejerce una actividad armónica con la finalidad común, el elemento aun inactivo no tiene, a la larga, más que dos soluciones: o ponerse también a trabajar o sentirse molesto en medio de gente que tiene demasiado que hacer para consagrar tiempo a inútiles habladurías.

"Los que conocen algo más de las posibilidades de la Orden y han leído las previsiones sobre su actividad en los años venideros, publicadas en "La Iniciación", y meditan lo que ha realizado en los cuatro años y medio ya pasados desde su reorganización en 1939, se darán cuenta que no es con "discursos" que todo ello se ha hecho, sino con trabajo, sacrificio y actividad. Una buena parte de todos esos factores constructivos se debe a muchos Hermanos que no hacen parte del Gran Consejo y se han dedicado con desinteresado afán al trabajo sobre sí mismos y para los demás.

"El Gran Consejo desea que las últimas palabras de esta Introducción al libro que señala la nueva modalidad de trabajo, sean para agradecer con todo cariño y fraternal amistad a todos los Martinistas que, en cualquier lugar, función o grado han hecho algo, para su propia preparación y para el Servicio de los Venerables Maestros de nuestra Orden y de toda y cualquier Corriente iniciática concomitante.

"Que la Serena Paz y el Amor a sus Semejantes que reina en el corazón de todos los Gurúes y Maestros, reine también en el de todos"
AUM ET AMEN, Jehel,P.G.C

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