La Libre Iniciación
Traducido del portugués por Konstantinos S:.I:., L:.I:.


Actualmente hay una discusión bastante acalorada sobre la "legitimidad" o la "regularidad" Martinista. Es cierto que tenemos en Brasil un número bastante significativo de Organizaciones Martinistas legítimas, administrativamente bien organizadas, y estas representan y representarán la mayor parte, y tal vez la más importante, del cuerpo Martinista universal, sin embargo, hay una corriente casi ignorada y quizá pequeña y silenciosa pero digna de ser mencionada y discutida, se trata de los grupos independientes.

Estos grupos que al mismo tiempo reciben el apoyo y la defensa de algunos Martinistas, por otro lado son muy criticados, ignorados y rotulados de espurios por otros tantos.

A Hermanubis Martinista, por su naturaleza conciliadora es absolutamente imparcial, no le compete juzgar a quienquiera que sea, o aun apoyar un lado o el otro de esta cuestión. Por tanto, creemos importante estudiar, investigar e iluminar este asunto.

El texto que sigue trata exactamente de este asunto y fue escrito por el Amado Hermano Jean Chaboseau:
"Nuestro recordado Hermano Agustín Chaboseau (cofundador de la primera Orden Martinista administrativamente organizada juntamente con Papus, y es importante destacar que Documentos de la época atestiguan que Papus y Agustín Chaboseau se iniciaron mutuamente, uniendo las dos corrientes de las cuales eran depositarios, para no dejar dudas en cuanto la legitimidad de las iniciaciones que portaban y que se remontaban a Saint Martin.) escribió algunas notas sobre lo que llamó su "Iniciación" por su tía Amelia de Boisse-Mortemart, que no dejan la menor duda al respecto, se trataba únicamente de la transmisión oral de una enseñanza particular y de ciertas comprensiones de las leyes del universo y de la vida espiritual y que en ningún caso se podrían considerar una iniciación ritualística propiamente dicha. Las líneas que unieron Agustín Chaboseau, Papus y otros y que provienen de Saint Martin son, en efecto, líneas de afinidades espirituales…"
"Es justamente en este punto que aparece la profunda contradicción existente, de un lado, entre el deseo de libertad interior que debe desprenderse de todo formalismo para permitir a la personalidad espiritual establecerse y definirse fuera de toda clase de colectividades y, por otro lado, esta especie de desmentido a lo anterior que parecen aportar ciertos ocultistas de finales del siglo XIX, al crear sus asociaciones, Órdenes y Sociedades."
"Existe una cualidad de alma que caracteriza esencialmente al verdadero Martinista, es aquella afinidad entre espíritus unidos por un mismo grado en sus posibilidades de comprensión y adaptación, por un mismo comportamiento intelectual, por las mismas tendencias, de todo lo cual se sigue la constatación obligatoria de que el Martinismo está compuesto, exclusivamente de seres aislados, solitarios, que meditan en el silencio de su gabinete, buscando su propia iluminación."
"Cada uno de estos seres tiene el deber, una que adquieren el conocimiento de las leyes del equilibrio, de transmitir la comprensión adquirida a su alrededor, a fin de que aquellos que fueron llamados a comprender, participen de aquello que él crea, por su vida espiritual o por la verdad que encierra. Es aquí, entonces, que interviene la "misión de servicio" del Martinismo y es sólo en este sentido que esta corriente espiritual especial encuentra su lugar en la Tradición Occidental."
"Y esto es tan verdadero que siempre se mantuvo en las diferentes Ramas Martinistas, el régimen de Iniciación Libre, en forma paralela a aquella conferida en las Logias, como recordatorio de aquella libertad individual de la cual dispone todo verdadero Martinista y que, en principio, está por encima de toda "Obediencia"."
"En consecuencia, existe una gran contradicción entre el espíritu digno y libre de nuestro Venerable Maestro Saint Martin, de sus sucesores, los "Superiores Incógnitos", y la actitud de alguien que se sintió el exclusivo depositario de la Tradición del Filósofo Desconocido, declarándose poseedor de la categoría de regulador supremo de esta Iniciación y el único Martinista regular, excluyendo a todos lo que no lo siguiesen."

"Aún más, debemos recordar que cada Filósofo Desconocido (también llamado Libre Iniciador) o Presidente de Grupos o Logias Martinistas puede dar a su colectividad la orientación espiritual que juzgue más conveniente, de acuerdo con su conciencia, conocimiento y experiencia (lógicamente cargando con la responsabilidad de sus errores y engaños.)"

Jean Chaboseau, ex-Gran Maestro de la Orden Martinista Tradicional, continúa afirmando:

"Las disensiones de toda especie no son más que la prueba de la ilegitimidad fundamental de toda Orden Martinista oficializada."
"Sinceramente deseo, en razón de esta circunstancia, que el Martinismo vuelva a ser lo que siempre debía haber sido: una simple asociación de espíritus unidos por las mismas aspiraciones espirituales y guiados por las mismas investigaciones, bajo la luz de Cristo… fuera de toda y cualquier preocupación de Orden u Obediencia."

"El Martinismo es esencialmente Cristiano. ¡No se puede concebir un Martinista que no sea un fiel discípulo de Jesucristo (Yehoshúa), el Salvador y reconciliador, la Encarnación del Verbo!" (Es importante aclarar que el concepto Martinista de Jesús, el Cristo, está más cerca del Gnosticismo y de la corriente Johannita Rosicruciana o Cristianismo Esotérico de la Iglesia de Juan.) "Por ello, parece que un gran número de Martinistas no estuvo, o no está compenetrado de este espíritu perfectamente universal en la más amplia significación del término. Deseando singularizarse, particularizarse, deseando presidencias, Grandes Maestreados, títulos, grados y honras, en nombre de un Filósofo en el cual la modestia y la sensibilidad eran proverbiales, parecen haber olvidado uno de los primeros principios o preceptos cristianos…"

"Sabemos que los Grupos y Logias Martinistas para su buen funcionamiento, deben tener su directiva, oficialidad, reglamentos, etc.… Mas esa estructura debe permanecer siempre encuadrada dentro de los límites esenciales y genuinos al espíritu de lo que llamamos Martinismo. Él está en contradicción con las vanidades, ambiciones, la ansiedad en escalar grados, coleccionar títulos y dignidades iniciáticas; son actitudes que revelan falta de madurez espiritual."

"El verdadero Martinista es un ser silencioso, humilde, tolerante y comprensivo."

Vale recordar que nuestro Venerable Maestro Saint Martin nunca fue "Martinista" pues el Martinismo nació de sus seguidores que fueron iniciados por el Filósofo Desconocido en el sistema de Iniciaciones directas en los llamados "círculos de Íntimos", por tanto, incluso los más exaltados defensores del Martinismo administrativamente organizado en Órdenes formales, tienen invariablemente su corriente iniciática proveniente de un grupo independiente.

¿Si el Martinismo pudo ser practicado con éxito en organizaciones independientes en el pasado por qué no puede hacerlo hoy?

Las Órdenes oficialmente organizadas son la más importante forma de trabajo Martinista, son muy efectivas, abarcantes, seguras y ciertamente tienen los mejores resultados, pero debemos reconocer y respetar a aquellos que escogieron un camino diferente y que continúan siendo nuestros amados Hermanos y agentes del Invisible.


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