NOCTURNAS
Por el Amado Hermano Monte Cristo S.I.

Según Papus "La magia, considerada como una ciencia de aplicación, limita casi exclusivamente su acción al desarrollo de las relaciones que existen entre el hombre y la naturaleza. El estudio de las relaciones que existen entre el hombre y el plano superior o divino, en todas sus modalidades, pertenece a la Teurgia."

Como ciencia, la práctica Teúrgica tiene varios niveles y diferentes grados de complejidad, su efecto y resultado final mientras tanto puede ser obtenido desde el más complejo hasta el más simple acto.

En este artículo indicaremos un trabajo Teúrgico bastante simple, su práctica creará una condición vibratoria en el suplicante con e propósito de inducir en su interior sentimientos elevados de Amor Cristiano.

Los salmos, fueron escritos por el Rey David, después de sus funciones, este Rey pasaba la Noche adentro en estudios y después de la media Noche, componía sus cánticos, súplicas y alabanzas hasta el amanecer del día; de esta reverencia al Creador surgió esta obra sagrada.

En las ceremonias, los Elus-Cohen utilizaban los siete primeros salmos del Rey David. Debemos recordar que los salmos fueron compuestos por varios autores, de los cuales los más importante y conocidos son los del Rey David, muchos de los salmos no eran recitados sino cantados. Los Elus-Cohen utilizaban entonces los Salmos para sus prosternaciones, siempre dirigidos hacia un punto cardinal. El primero era recitado hacia el oriente, el segundo de frente al Norte, el tercero de frente al Sur, el quinto y el séptimo de frente al oriente y finalmente el cuarto y el sexto en el centro del templo.

Las Nocturnas son prácticas Teúrgicas que deben ser realizadas durante siete Noches consecutivas, repitiendo el mismo ritual practicado por los Elus-Cohen, o sea de pie vuelto hacia el punto cardinal indicado. No hay orientaciones especiales para los operadores sobre ningún tipo de instrumento ritual o vestimenta, apenas um membrete:

"El secreto de nuestro progreso consiste en la oración, el secreto de la oración en la preparación, el secreto de la preparación en una conducta pura, el secreto de una conducta pura en el temor a Dios, el secreto del temor a Dios en su amor. Así, el amor es el principio y el centro de todos los secretos".


Primera Noche - Operador vuelto hacia el Oriente:
Salmo 3

Señor Gadol
Bene veneritis, Spiritus Sancti, quia vos vocavi per illum cui omne genu flectitur coelestium, terrestrium et infernorum.

Señor, ¡cuán numerosos son mis adversarios, cuántos los que se alzan contra mí!
¡Cuántos los que dicen de mi vida: "No hay salvación para él en Dios!"
Mas tú, Señor, escudo que me ciñes, mi gloria, el que realza mi cabeza.
A voz en grito clamo hacia el Señor, y él me responde desde su santo monte.
Yo me acuesto y me duermo, me despierto, pues el Señor me sostiene.
No temo a esas gentes que a millares se apostan en torno contra mí.
¡Levántate, Señor! ¡Dios mío, sálvame! Tú hieres en la mejilla a todos mis enemigos, los dientes de los impíos tú los rompes.
Del Señor viene la salvación. Tu bendición sobre tu pueblo.
¡Amén!

Segunda Noche - Operador vuelto hacia el Norte:
Salmo 31

Señor Dagol
Bene veneritis, Spiritus Sancti, quia vos vocavi per illum cui omne genu flectitur coelestium, terrestrium et infernorum.

En ti, Señor, me cobijo, ¡oh, no sea confundido jamás! ¡Recóbrame por tu justicia, líbrame, tiende hacia mí tu oído, date prisa! Sé para mí una roca de refugio, alcázar fuerte que me salve; pues mi roca eres tú, mi fortaleza, y, por tu nombre, me guías y diriges.
Sácame de la red que me han tendido, que tú eres mi refugio; en tus manos mi espíritu encomiendo, tú, Señor, me rescatas. Dios de verdad, tú detestas a los que veneran vanos ídolos; mas yo en el Señor confío: ¡exulte yo y en tu amor me regocije! Tú que has visto mi miseria, y has conocido las angustias de mi alma, no me has entregado en manos del enemigo, y has puesto mis pies en campo abierto.
Tenme piedad, Señor, que en angustias estoy. De tedio se corroen mis ojos, mi alma, mis entrañas.
Pues mi vida se consume en aflicción, y en suspiros mis años; sucumbe mi vigor a la miseria, mis huesos se corroen.
De todos mis opresores me he hecho el oprobio; asco soy de mis vecinos, espanto de mis familiares. Los que me ven en la calle huyen lejos de mí; dejado estoy de la memoria como un muerto, como un objeto de desecho.
Escucho las calumnias de la turba, terror por todos lados, mientras se aúnan contra mí en conjura, tratando de quitarme la vida.
Mas yo confío en ti, Señor, me digo: " ¡Tú eres mi Dios!"
Está en tus manos mi destino, líbrame de las manos de mis enemigos y perseguidores; haz que alumbre a tu siervo tu semblante, ¡sálvame, por tu amor!
Señor, no haya confusión para mí, que te invoco, ¡confusión sólo para los impíos; que bajen en silencio al seol, enmudezcan los labios mentirosos que hablan con insolencia contra el justo, con orgullo y desprecio!
¡Qué grande es tu bondad, Señor! Tú la reservas para los que te temen, se la brindas a los que a ti se acogen, ante los hijos de Adán.
Tú los escondes en el secreto de tu rostro, lejos de las intrigas de los hombres; bajo techo los pones a cubierto de la querella de las lenguas.
¡Bendito sea el Señor que me ha brindado maravillas de amor en ciudad fortificada!
¡Y yo que decía en mi inquietud: "Estoy dejado de tus ojos!" Mas tú oías la voz de mis plegarias, cuando clamaba a ti.
Amad al Señor, todos sus amigos; a los fieles protege Señor, pero devuelve muy sobrado al que obra por orgullo.
¡Valor, que vuestro corazón se afirme, vosotros todos que esperáis en el Señor!
¡Amén!

Tercera Noche - Operador vuelto hacia el Sur:
Salmo 7

Señor Zakai
Bene veneritis, Spiritus Sancti, quia vos vocavi per illum cui omne genu flectitur coelestium, terrestrium et infernorum.

Señor, Dios mío, a ti me acojo, sálvame de todos mis perseguidores, líbrame; ¡que no arrebate como un león mi vida el que desgarra, sin que nadie libre!
Señor, Dios mío, si algo de esto hice, si hay en mis manos injusticia,
si a mi bienhechor con mal he respondido si he perdonado al opresor injusto,
¡que el enemigo me persiga y me alcance, estrelle mi vida contra el suelo, y tire mis entrañas por el polvo!
Levántate, Señor, en tu cólera, surge contra los arrebatos de mis opresores, despierta ya, Dios mío, tú que el juicio convocas.
Que te rodee la asamblea de las naciones, y tú en lo alto vuélvete hacia ella.
Señor, juez de los pueblos. Júzgame, Señor, conforme a mi justicia y según mi inocencia.
Haz que cese la maldad de los impíos, y afianza al justo, tú que escrutas corazones y entrañas, oh Dios justo.
Dios, el escudo que me cubre, el salvador de los de recto corazón;
Dios, el juez justo, tardo a la cólera, pero Dios amenazante en todo tiempo para el que no se vuelve. Afile su espada el enemigo, tense su arco y lo apareje,
para sí solo prepara armas de muerte, hace tizones de sus flechas;
vedle en su preñez de iniquidad, malicia concibió, fracaso pare.
Cavó una fosa, recavó bien hondo, mas cae en el hoyo que él abrió;
revierte su obra en su cabeza, su violencia en su cerviz recae.
Doy gracias al Señor por su justicia, salmodio al nombre del Señor, el Altísimo.

Cuarta Noche - Operador con la cabeza vuelta hacia el suelo:
Salmo 9

Señor Tehor
Bene veneritis, Spiritus Sancti, quia vos vocavi per illum cui omne genu flectitur coelestium, terrestrium et infernorum.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón, cantaré todas tus maravillas; quiero alegrarme y exultar en ti, salmodiar a tu nombre, Altísimo.
Mis enemigos retroceden, flaquean, perecen delante de tu rostro; pues tú has llevado mi juicio y mi sentencia, sentándote en el trono cual juez justo.
Has reprimido a las gentes, has perdido al impío, has borrado su nombre para siempre jamás;
acabado el enemigo, todo es ruina sin fin, has suprimido sus ciudades, perdido su recuerdo. e aquí que el Señor se sienta para siempre, afianza para el juicio su trono; él juzga al orbe con justicia, a los pueblos con rectitud sentencia.
¡Sea el Señor ciudadela para el oprimido, ciudadela en los tiempos de angustia!
Y en ti confíen los que saben tu nombre, pues tú, Señor, no abandonas a los que te buscan.
Salmodiad al Señor, que se sienta en Sión, publicad por los pueblos sus hazañas;
que él pide cuentas de la sangre, y de ellos se acuerda, no olvida el grito de los desdichados.
Tenme piedad, Señor, ve mi aflicción, tú que me recobras de las puertas de la muerte,
para que yo cuente todas tus alabanzas a las puertas de la hija de Sión, gozoso de tu salvación.
Se hundieron los gentiles en la fosa que hicieron, en la red que ocultaron, su pie quedó prendido.
El Señor se ha dado a conocer, ha hecho justicia, el impío se ha enredado en la obra de sus manos ¡Vuelvan los impíos al seol, todos los gentiles que de Dios se olvidan!
Que no queda olvidado el pobre eternamente, no se pierde por siempre la esperanza de los desdichados.
¡Levántate, Señor, no triunfe el hombre, sean juzgados los gentiles delante de tu rostro!
Infunde tú, Señor, en ellos el terror, aprendan los gentiles que no son más que hombres
¡Amén!

Quinta Noche - Operador vuelto hacia el Oriente:
Salmo 21

Señor Shadai
Bene veneritis, Spiritus Sancti, quia vos vocavi per illum cui omne genu flectitur coelestium, terrestrium et infernorum.

Señor, en tu fuerza se regocija el rey; ¡oh, y cómo le colma tu salvación de júbilo!
Tú le has otorgado el deseo de su corazón, no has rechazado el anhelo de sus labios.
Pues le precedes de venturosas bendiciones, has puesto en su cabeza corona de oro fino;
vida te pidió y se la otorgaste, largo curso de días para siempre jamás.
Gran gloria le da tu salvación, le circundas de esplendor y majestad; bendiciones haces de él por siempre, le llenas de alegría delante de tu rostro.
Sí, en el Señor confía el rey, y por gracia del Altísimo no ha de vacilar.
Tu mano alcanzará a todos tus enemigos, tu diestra llegará a los que te odian; harás de ellos como un horno de fuego, el día de tu rostro; el Señor los tragará en su cólera, y el fuego los devorará; harás perecer su fruto de la tierra, y su semilla de entre los hijos de Adán.
Aunque ellos intenten daño contra ti, aunque tramen un plan, nada podrán. Que tú les harás volver la espalda, ajustarás tu arco contra ellos.
¡Levántate, Señor, con tu poder, y cantaremos, salmodiaremos a tu poderío! ¡Amén!


Sexta Noche - Operador con la cabeza vuelta hacia el Cielo:
Salmo 37

Señor Iah
Bene veneritis, Spiritus Sancti, quia vos vocavi per illum cui omne genu flectitur coelestium, terrestrium et infernorum.

No te acalores por causa de los malos, no envidies a los que hacen injusticia.
Pues aridecen presto como el heno, como la hierba tierna se marchitan.
Ten confianza en el Señor y obra el bien, vive en la tierra y crece en paz,
ten tus delicias en el Señor, y te dará lo que pida tu corazón.
Pon tu suerte en el Señor, confía en él, que él obrará; hará brillar como la luz tu justicia, y tu derecho igual que el mediodía.
Vive en calma ante el Señor, espera en él, no te acalores contra el que prospera, contra el hombre que urde intrigas.
Desiste de la cólera y abandona el enojo, no te acalores, que es peor; pues serán extirpados los malvados, mas los que esperan en el Señor poseerán la tierra.
Un poco más, y no hay impío, buscas su lugar y ya no está; mas poseerán la tierra los humildes, y gozarán de inmensa paz.
El impío maquina contra el justo, rechinan sus dientes contra él; el Señor de él se ríe, porque ve llegar su día.
Desenvainan la espada los impíos, tienden el arco, para abatir al mísero y al pobre, para matar a los rectos de conducta; su espada entrará en su propio corazón, y sus arcos serán rotos.
Lo poco del justo vale más que la mucha abundancia del impío;
pues los brazos de los impíos serán rotos, mientras que a los justos los sostiene el Señor.
El Señor conoce los días de los íntegros, su herencia será eterna; no serán confundidos en tiempo de desgracia, en días de penuria gozarán de hartura.
Perecerán, en cambio, los impíos, los enemigos del Señor; se esfumarán como el ornato de los prados, en humo se desvanecerán.
Toma el impío prestado y no devuelve, mas el justo es compasivo y da; los que él bendice poseerán la tierra, los que él maldice serán exterminados.
Del Señor penden los pasos del hombre, firmes son y su camino le complace; aunque caiga, no se queda postrado, porque el Señor la mano le sostiene.
Fui joven, ya soy viejo, nunca vi al justo abandonado, ni a su linaje mendigando el pan.
En todo tiempo es compasivo y presta, su estirpe vivirá en bendición.
Apártate del mal y obra el bien, tendrás para siempre una morada; porque el Señor ama lo que es justo y no abandona a sus amigos. Los malvados serán por siempre exterminados, la estirpe de los impíos cercenada; los justos poseerán la tierra, y habitarán en ella para siempre.
La boca del justo sabiduría susurra, su lengua habla rectitud; la ley de su Dios está en su corazón, sus pasos no vacilan.
Espía el impío al justo, y busca darle muerte; en su mano el Señor no le abandona, ni deja condenarle al ser juzgado.
Espera en el Señor y guarda su camino, él te exaltará a la herencia de la tierra, el exterminio de los impíos verás.
He visto al impío muy arrogante empinarse como un cedro del Líbano; pasé de nuevo y ya no estaba, le busqué y no se le encontró.
Observa al perfecto, mira al íntegro: hay descendencia para el hombre de paz; pero los rebeldes serán a una aniquilados, y la posteridad de los impíos extirpada.
La salvación de los justos viene de Señor, él su refugio en tiempo de angustia; El Señor los ayuda y los libera, de los impíos él los libra, los salva porque a él se acogen.
¡Amén!


Séptima Noche - Operador vuelto hacia el Oriente:
Salmo 118

Señor Thechinah
Bene veneritis, Spiritus Sancti, quia vos vocavi per illum cui omne genu flectitur coelestium, terrestrium et infernorum.

¡Aleluya!
¡Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!
¡Diga la casa de Israel: que es eterno su amor!
¡Diga la casa de Aarón: que es eterno su amor!
¡Digan los que temen al Señor: que es eterno su amor!
En mi angustia hacia el Señor grité, él me respondió y me dio respiro;
El Señor está por mí, no tengo miedo, ¿qué puede hacerme el hombre?
El Señor está por mí, entre los que me ayudan, y yo desafío a los que me odian.
Mejor es refugiarse en el Señor que confiar en hombre; mejor es refugiarse en el Señor que confiar en magnates.
Me rodeaban todos los gentiles: en el nombre del Señor los cercené; me rodeaban, me asediaban: en el nombre del Señor los cercené.
Me rodeaban como avispas, llameaban como fuego de zarzas: en el nombre del Señor los cercené.
Se me empujó, se me empujó para abatirme, pero el Señor vino en mi ayuda; mi fuerza y mi cántico es el Señor, él ha sido para mí la salvación.
Clamor de júbilo y salvación, en las tiendas de los justos: " ¡La diestra del Señor hace proezas, excelsa la diestra del Señor, la diestra del Señor hace proezas!"
No, no he de morir, que viviré, y contaré las obras del Señor; me castigó, me castigó el Señor, pero a la muerte no me entregó.
¡Abridme las puertas de justicia, entraré por ellas, daré gracias al Señor!
Aquí está la puerta del Señor, por ella entran los justos.
Gracias te doy, porque me has respondido, y has sido para mí la salvación.
La piedra que los constructores desecharon en piedra angular se ha convertido; esta ha sido la obra del Señor, una maravilla a nuestros ojos.
¡Este es el día que el Señor ha hecho, exultemos y gocémonos en él!
¡Ah, el Señor, da la salvación! ¡Ah, el Señor, da el éxito!
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Desde la Casa del Señor os bendecimos.
El Señor es Dios, él nos ilumina. ¡Cerrad la procesión, ramos en mano, hasta los cuernos del altar!
Tú eres mi Dios, yo te doy gracias, Dios mío, yo te exalto.
¡Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!
¡Amén! ¡Amén! ¡Amén!

Traducido por
Konstantinos S.I., L.I.



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